Muchos de nosotros, sobre todo los que somos padres primerizos, no sabemos como han de ser los cuidados de los más pequeños de casa. Por ello, a lo largo de este post queremos ayudaros a que, al menos en lo que respecta a la salud bucal, salgáis de dudas. En este sentido, al igual que ocurre con los adultos, es recomendable que llevemos a nuestros pequeños a revisión de forma periódica, si bien, esto es algo que debemos de hacer a partir de cierta edad.
Del mismo modo, al igual que ocurre con las personas mayores, los jóvenes también pueden sufrir diferentes enfermedades bucales, por lo que actuar a tiempo es indispensable para que el joven tenga una buena salud bucal. Así, entre los problemas más comunes que nos podemos encontrar están:
- Sensibilidad dental. Los dientes sensibles pueden ser incómodos y molestos. La sensibilidad de los dientes de los niños es causada por varios factores diferentes, por lo que llevar a los más pequeños a controles bianuales es esencial para diagnosticar la causa subyacente. En el caso de los dientes sensibles, existe una variedad de tratamientos que pueden ayudar a reducir el dolor y la incomodidad que experimenta el joven. Si la sensibilidad es causada por un problema relacionado con los dientes, como una caries, se debe consultar al dentista de inmediato para evitar que el problema empeore.
- Urgencias dentales. Las urgencias dentales pueden suceder prácticamente en cualquier momento ya que los niños que se pelean con sus hermanos, practican deportes, o se caen mientras andan en bicicleta. Estas son situaciones en los que puede ocurrir un accidente dental y estos accidentes pueden provocar que los dientes se astillen, rompan o agrieten. En circunstancias más graves, incluso puede caerse. Si un diente permanente un niño se cae, llama de inmediato a un especialista para agendar una cita de urgencia para intentar recuperar el diente. Para ello, coloca el diente en un vaso de leche, en una solución salina o agua limpia ya que solo un especialista valorará si es posible volver a ubicar el diente permanente en el hueco y, dado el caso, esto le permitirá volver a colocarlo con la ayuda de un retenedor.
- Gingivitis pediátrica y enfermedad de las encías. Es posible que pienses que las enfermedades de las encías sean un problema dental que solo ocurre en adultos. Desafortunadamente para los padres, este no es el caso, ya que la gingivitis y la enfermedad de las encías pueden ocurrir en niños y en realidad es más común de lo que creemos. Además, es más agresiva en niños con mala higiene bucal por lo que a menudo implica dolor en la boca, retracción de las encías y áreas de hinchazón. En la mayoría de los casos, la gingivitis y la enfermedad de las encías podrían haberse evitado si se hubiera tenido más cuidado al cepillarse los dientes y usar hilo dental a diario.
- Problemas de ortodoncia. Los niños rara vez tienen dientes perfectamente rectos sin ninguna intervención, así que, por ello, afortunadamente existen muchos tratamientos de ortodoncia disponibles para ayudar a tu hijo a sonreír sin complejos. confianza. Los problemas de ortodoncia suelen ser el resultado de la genética y el tamaño y la forma de la mandíbula influyen en la forma en que los dientes de tu hijo crecen y se unen. En este sentido, tal y como nos recuerdan los especialistas de HQ Tenerife Odontología, este gremio siempre recomienda que lleves al niño alrededor de los siete u ocho años para su primera cita de ortodoncia. No solo para corregir una sonrisa torcida, sino para evitar problemas en la mandíbula, dientes agrietados y problemas de higiene bucal.
- Caries dentales. La mayoría de los niños pequeños no dominan el cepillado y el uso del hilo dental sin supervisión. Si además los niños tienen una dieta rica en azúcar, las caries pueden convertirse en un problema importante. En este sentido, la carie dental se produce cuando la placa dental se acumula en la superficie de los dientes. Por ello, los padres deben supervisar y ayudar a los niños a cepillarse los dientes hasta que puedan agarrar y controlar firmemente un cepillo de dientes por sí mismos, por lo que es vital asegurarse de que los niños eliminen la placa, las bacterias y las partículas de comida de sus dientes todos los días, dado que ayudará a prevenir la caries dental temprana.
Chuparse el dedo en exceso, uno de los problemas más habituales
Muchos bebés y niños pequeños recurren a chuparse el dedo y al uso del chupete como un medio para calmar la ansiedad. En realidad, no se convierte en un problema hasta que el niño es mayor y aún continúa con este hábito. Chuparse el dedo prolongadamente puede causar problemas con la forma en que se desarrollan los dientes de un niño, generando una mordida abierta que puede afectar incluso a su habla. Debido a esto, los padres no deben permitir que el hábito continúe más allá de la etapa del niño pequeño.
