Customizate

Ya no es una mera tendencia. Ni siquiera podemos considerarlo como moda o moda pasajera. La personalización es el presente y el futuro de la moda. Empresas visionarias como Anitials, expertos en sudaderas personalizadas, han visto el nicho de negocio y han apostado por ello. Grandes firmas de la talla de Burberrys o H&M, permiten personalizar algunas prendas a sus clientes. Esto indica que la customización de la ropa, es la moda que se impone a largo plazo. Esta práctica tan actual, nace de la necesidad de sentirse diferente y único, dentro de una sociedad que persigue la igualdad. Desmarcase es la finalidad y aportar un toque personal a las prendas, es la mejor manera de hacerlo.

Expertos en el sector textil, aluden al hito que marco en nuestras vidas la pandemia. Este momento crucial en nuestras vidas, marcó un antes y un después para una gran mayoría de empresas, como todos pudimos comprobar. El sector de la moda y la ropa deportiva, no fue la excepción, pues de repente, surgió una mayor demanda de ropa deportiva, que derivo en la apertura de infinidad de negocios online para procurar la venta directa.

Debido a los avances tecnológicos que implican la impresión digital aplicada al mundo textil, ha sido posible un mayor crecimiento de la impresión textil y de prendas de vestir a demanda y con mayor facilidad para la personalización. Gracias a este avance, el sector cuenta con una excelente oportunidad para abrirse a nuevas posibilidades y ofrecer a los consumidores lo que quieren: personalización.

Inevitablemente, cuando hablamos de personalización, hablamos de un amplio abanico de opciones. No solo se personaliza la ropa, como ya sabemos. Sin embargo, en este ámbito, cada vez es más frecuente buscar prendas personalizadas que hablen, justamente, de la personalidad de quien las viste. Mientras que hace unos años hablábamos de la personalización propia que lucían los pequeños clubes deportivos o peñas, que buscaban personalizar sus equipaciones, por citar algún ejemplo, actualmente, encontramos muchos impresores que trabajan a mercede de los diseñadores independientes para ofrecer altos grados de personalización en sus prendas.

En este punto medio es donde los diseñadores más vanguardistas, recién llegados al mundo de la moda, optan por hacer sus ventas bajo demanda, ofreciendo así, esa personalización tan demandada por los clientes. En el otro extremo, encontramos a las grandes marcas que ofrecen a sus consumidores la posibilidad de personalizar sus prendas, el calzado o el equipamiento deportivo.

Valor añadido para ropa

Esa posibilidad de hacer propio lo genérico, confiere un gran valor añadido al producto que sea. En cuestiones de ropa, sucede lo mismo. No es difícil comprobar este hecho si nos fijamos en como la gente con elevado poder adquisitivo, adquiere su ropa en grandes firmas, haciéndose los trajes a medida o acudiendo a los diseñadores del momento. Actualmente, todos los consumidores quieren disponer de productos a su medida, hechos para ellos. Razón por la cual si no pueden permitirse una customización de pago, optan por personalizar sus prendas por sus propios medios, haciendo que una común cazadora vaquera, parezca obra del mismísimo Caprile.

Proyectos con gran visibilidad como los que lanzan las grandes marcas, ofrecen a sus clientes esa opción de solicitar prendas a medida, aunque la personalización no pasa de monogramas, nombres o personalización de logotipos. El consumidor, quiere más y tan solo un treinta y uno por cien de las marcas, ofrecen posibilidad de personalizar con impresiones de texto e imágenes individualizadas, mientras que el diecisiete, ofrece algunas opciones más como elección de color, estampado, tipo de tejido o incluso el bordado. Aun así, hacer que se convierta en una personalización masiva, conllevará unos años. Cabe señalar que, una vez que la personalización, sea masiva, dejara de tener ese toque de distinción y pasará a ser más de lo mismo.

No obstante, en el momento actual, es comprensible cierto tipo de reticencia por parte de las marcas, pues una personalización con mala aplicación, puede resultar contraproducente. Si se hace mal, será negativo; si se hace de forma correcta, el valor que la prenda tendrá para el consumidor será mayor.

En este momento, el consumidor tiene poder de decisión, no le importa arriesgar ni dejar de seguir tendencias. Al contrario, su intención es la de exprimir todas las opciones posibles para hacerse notar. Dado que la sociedad pasa horas haciéndose ver a través de las redes, siempre hay que estar in y mostrar lo último, la autoexpresión es el factor más preponderante. Hay que ser uno mismo (aunque muchos no se dan cuenta de que son copias de otros, personalizadas, pero copias) y mostrarse a los demás como uno mismo. Para ello, la ropa debe hablar de uno mismo y tener ese punto propio que le otorgue personalidad a la prenda.

Esta baza, la juegan con éxito los diseñadores emprendedores que venden sus diseños a través de plataformas que permiten la personalización de todos sus artículos, en función de las necesidades, preferencias y gustos del cliente. Negocios que ofertan todo tipo de textiles personalizados, proliferan pues en ellos puedes encontrar desde camisetas hasta esterillas para practicar yoga, en las que puedes solicitar que dejen tu impronta.

Tecnología y personalización

Indudablemente, la tecnología es un factor relevante a la hora de poder acometer la cada vez mayor demanda de personalización. Desde la ropa interior hasta las joyas personalizadas, se benefician de la impresión en tres dimensiones y las maquinas láser.

Para personalizar no solo hace falta un diseño, también es necesaria su ejecución para convertirlo en realidad. Si hablamos de dibujos, estampados, letras, etc. la impresión digital, hace posible que todo tipo de artículos o prendas textiles, puedan contar con una estampación personalizada de alta calidad, a menor coste y en un tiempo récord.

Sin embargo, personalizar debería de ir más allá de la mera estampación de una imagen predefinida o perteneciente a un banco de imágenes. Como la propia palabra indica, personalizar implica hacer propio algo y que ese algo sea como tu huella: única. Tunear una cazadora o gorra son algunas de las muestras de personalización que más hemos llevado a cabo a lo largo de los tiempos. Aquellos que no se conformaban ni conforman con lo normal, cogían y cogen lo normal y le confieren personalidad.

A las personas, indiscutiblemente, nos gusta sentirnos únicas y especiales y, tener esa capacidad de poder elegir las cosas de forma personalizada, nos hace sentir diferentes al resto. Aunque en el fondo, esa personalización es la misma que llevan a cabo cientos de personas, pues la oferta de aspectos a personalizar, aunque ofrece una infinita variedad de opciones, de momento es limitada y todos sucumben a los mismos diseños.

Al margen de estos aspectos tan particulares de cada uno, otro de los aspectos que favorecen la personalización es la conciencia social sobre el medio ambiente que cada vez, es mayor. Un cincuenta por cien de los consumidores se han vuelto más respetuosos con el medio ambiente. En este sentido, la personalización pasa por la reutilización de muchas prendas de vestir.

La moda personalizada ha sido sometida a estudio y, según los mismos, la conclusión hace que personalizar productos con nombres, mensajes o imágenes, poseen mayor valor para el público y cuentan con una mayor acogida. Se trata de prendas que marcan una diferencia y no cualquiera puede llevar, por lo que se convierten en artículos más exclusivos que se alejan del consumo rápido de usar y tirar y permanecen en el armario más tiempo.

Este tipo de personalización puede aplicarse tanto en el sentido de lo que ofrece la marca como la personalización propia de la que venimos hablando, la que elige el consumidor. Si nos referimos a la personalización de la marca, podemos encontrarnos ropas personalizadas con marcas concretas a modo de publicidad, eso sí, pero con algunas ventajas. Por lo que los negocios que ofrecen ropa personalizada cuentan con una serie de ventajas como las que vamos a citar a continuación:

  • Valor añadido por el cual el cliente está dispuesto a pagar más. A la gente le gusta estar a la moda pero con su toque personal, ese que les identifica.
  • Permite diferenciar el producto de la competencia.
  • Fideliza a los clientes que gustan de adquirir prendas personalizadas.
  • Los clientes recomiendan este tipo de servicios de personalización de ropa a usuarios que también persiguen su distinción.
  • Permite desarrollar la creatividad, tanto para la empresa como para el cliente que, en ocasiones utiliza diseños e ideas propias para la personalización.

Al final todos persiguen lo mismo, tanto las marcas como los consumidores pretenden la diferenciación, la exclusividad y la personalización que haga notar la personalidad propia. Términos como la autoexpresión o la definición de la personalidad, se acoplan a la moda para ganar terreno a la perpetuación de los diseños más acordes con lo que somos. Está claro que una prenda de diseño propio, con algún grado de personalización, gozarás siempre de mayor vida útil que la prenda adquirida del montón y que lleva todo el mundo.

La moda seguirá presente en nuestras vidas, sin duda. Pero la tendencia será cada vez mayor a escuchar a cada cliente y darle lo que quiere: exclusividad.

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