Existe una cierta controversia respecto a la inmersión lingüística. Gran parte de la comunidad docente es partidaria de este método; sin embargo, hay voces que se pronuncian en contra. Vamos a ver las ventajas e inconvenientes de este sistema educativo.
Inmersión lingüística es cuando los niños estudian todo un curso o parte de él en un idioma que no es el propio. Por ejemplo, recibir las clases de matemáticas en inglés.
Todos sabemos lo importante que es hoy en día dominar varios idiomas. Tener una formación poliglota. A pesar de ello, la enseñanza en nuestro país tiene la asignatura pendiente de la lengua extranjera. Los estudiantes españoles han tenido tradicionalmente un bajo nivel de inglés. Ya no hablamos si nos referimos a una tercera lengua. Parece ser que la inmersión lingüística es una vía para resolver este problema. Una alternativa que cuenta con el beneplácito de muchos padres.
Por eso, algunos progenitores optan por matricular a sus hijos en centro bilingües. Centros educativos en los que parte del curso se imparte en castellano, u otra lengua cooficial, y otra parte se enseña en inglés.
Por otro lado, cada vez son más, los padres que envían a sus hijos a estudiar un trimestre o un curso entero a un país extranjero. Hace unos años era habitual hacerlo durante la universidad, las famosas becas Erasmus. Hoy es frecuente que se haga a lo largo de la enseñanza media.
Es el caso de Verónica, una madre que envió a su hija a estudiar un trimestre a un instituto de Dublín (Irlanda). Después de esta experiencia, Verónica afirma que el nivel de inglés de su hija aumentó considerablemente.
Ventajas de la inmersión lingüística.
Un estudio publicado por el C.S.I.F., un sindicato de funcionarios con una fuerte presencia en enseñanza, habla del fracaso lingüístico en la comunidad estudiantil. Consiste en que después de haber estudiado inglés gran parte de la enseñanza primaria y durante toda la enseñanza secundaria, solo uno de cada cuatro estudiantes españoles es capaz de mantener una conversación fluida en inglés con una persona que tenga esta lengua nativa.
El estudio se pregunta si el sistema educativo está derrochando recursos a la hora de enseñar idiomas. Desde luego hay algo que no funciona en la forma en la que se enseña lengua extranjera. Las conclusiones del informe apuntan a varias medidas para intentar resolver el problema. La primera es incluir la formación en inglés en edades tempranas, enseñanza infantil, desde los 3-4 años. La segunda es apostar por la inmersión lingüística en inglés.
Estas son algunas ventajas de la inmersión:
- Mayor exposición al idioma: Los estudiantes están constantemente expuestos al inglés en un entorno natural, lo que acelera su aprendizaje.
- Mejora de la pronunciación: Al escuchar y hablar inglés de forma regular, los alumnos desarrollan una pronunciación más precisa y fluida.
- Aprendizaje contextualizado: Los estudiantes aprenden el idioma de manera contextualizada, relacionada con temas concretos, lo que facilita la comprensión y retención.
- Desarrollo de habilidades comunicativas: La interacción diaria en inglés promueve el desarrollo de habilidades de comunicación oral y escrita.
- Inmersión cultural: De esta manera, los alumnos también aprenden sobre la cultura anglosajona a través del contacto con hablantes nativos y del uso de otros recursos educativos, como libros y videos hechos en Inglaterra o Estados Unidos.
- Mayor motivación: La inmersión lingüística crea un entorno estimulante que motiva a los estudiantes a participar activamente en el aprendizaje del idioma.
- Confianza en sí mismos: Al practicar el inglés en situaciones reales, los estudiantes ganan confianza en el manejo del inglés.
- Preparación para el futuro: El dominio del inglés abre puertas a oportunidades educativas y laborales tanto en España como en el extranjero.
- Mayor comprensión cultural: Los alumnos adquieren una comprensión más profunda de la diversidad cultural al interactuar con personas de diferentes países y culturas anglófonas.
- Mayor competitividad: El dominio del inglés mejora la competitividad de los estudiantes en un mercado laboral globalizado.
No son pocos los educadores que opinan que la formación en varios idiomas desarrolla las capacidades intelectuales del alumnado.
Inconvenientes.
Intentando encontrar opiniones en contra de la inmersión lingüística por internet, he de decir que la mayoría de las posiciones críticas las he visto sobre la inmersión lingüística en catalán, no tanto en inglés.
El sistema educativo en Cataluña y otras Comunidades Autónomas se basa en impartir toda la educación en el idioma regional, desplazando la formación en castellano. Al final de su etapa estudiantil, los alumnos manejan con soltura los dos idiomas. Por tanto, la reticencia a la inmersión lingüística en lenguas cooficiales se debe más por motivos políticos que educativos o de eficacia.
Aun así, hay profesores que opinan que practicar la inmersión lingüística en inglés hace que los estudiantes reduzcan su léxico en castellano. Estos son otros inconvenientes que he podido encontrar:
- Dificultades iniciales: Al principio, algunos estudiantes pueden experimentar dificultades para adaptarse a un entorno completamente angloparlante, lo que puede generarles frustración.
- Desarrollo desigual: Algunos estudiantes pueden tener dificultades para seguir el ritmo de la inmersión lingüística, lo que puede acentuar las diferencias de aprendizaje en un mismo curso.
- Falta de recursos educativos en español: La inmersión total en inglés puede dificultar el acceso a recursos educativos en español, lo que puede afectar la comprensión y el aprendizaje en otras áreas académicas.
- Posible alienación: Al estar inmersos en un entorno lingüístico extranjero, algunos estudiantes pueden sentirse alienados o desconectados de su propia cultura y comunidad.
- Estrés lingüístico: La constante exposición al inglés puede generar estrés lingüístico en algunos estudiantes, especialmente aquellos con habilidades lingüísticas menos desarrolladas.
- Desafíos para los docentes: Los profesores que imparten clases en un entorno de inmersión lingüística pueden enfrentarse a desafíos adicionales para adaptar sus métodos de enseñanza y satisfacer las necesidades individuales de los estudiantes.
- Posible falta de profundidad: La inmersión total en inglés puede limitar la profundidad del contenido educativo impartido, especialmente en áreas donde el dominio del español es fundamental para la comprensión y el análisis profundo.
A todo esto hay que añadir un reto de recursos humanos a la hora de desarrollar un modelo de educación de inmersión lingüística en inglés o bilingüe en España. ¿Está todo el profesorado preparado para impartir sus asignaturas en inglés? ¿Tienen el nivel adecuado para hacerlo?
Si el centro en concreto opta por contratar profesores nativos, ¿están adaptados para satisfacer las necesidades educativas y características propias de la enseñanza en España? Desde luego, es un dilema.
La mejor inmersión lingüística posible.
Sin perjuicio de diferentes alternativas y experimentos educativos, algunos estudiantes opinan que lo que más les ha ayudado a aprender inglés ha sido estudiar un curso en el extranjero. El blog personal Viajando Existo piensa que la mejor edad para hacerlo es entre los 13 y los 18 años. Para esa edad, el estudiante ya tiene una base de inglés suficiente para empezar a desenvolverse y, sobre todo, tiene la madurez necesaria para encarar la experiencia. El autor del artículo del blog dice que estudió un año en un instituto de Estados Unidos y que a partir de ahí su dominio del inglés dio un salto cualitativo.
Estudiar en el extranjero, además de ser una inmersión lingüística, es una inmersión cultural, cosa que potencia el aprendizaje del idioma. Los idiomas no son simples códigos de comunicación. Están ligados íntimamente a la cultura de un sitio. A la forma en la que vive la gente. A sus costumbres, a sus tradiciones. Se habla de una determinada forma porque la gente de ese lugar se comporta y se relaciona de determinada manera. Sumergirte en la realidad concreta de un país, no solo te ayuda a aprender el idioma, sino también a comprenderlo.
Otro aspecto importante es la inmersión total. Si te vas a vivir un año a Inglaterra, no tienes más remedio que usar el inglés. No es como estudiar en el instituto, que tienes al lado a un compañero que te puede servir de intérprete. Tienes que desarrollar el idioma sí o sí. Lo podemos ver en los millones de emigrantes que viven en nuestro país. Exceptuando a los procedentes de América Latina, para el resto de emigrantes el español no es su lengua materna. Desconocemos el nivel de castellano que tenían cuando llegaron a nuestro país. Lo que sí sabemos es que pasado un tiempo se desenvuelven en nuestro idioma perfectamente.
Por último, estudiar en el extranjero no es solo una actividad académica. Contribuye al desarrollo y crecimiento de la persona. Es una experiencia vital que le ayudará en ganar autonomía y que, de una manera o de otra, contribuirá a formar su personalidad. Después de todo, la vida no es más que una acumulación de experiencias.
Esperamos que estos puntos te hayan sido de utilidad para que puedas decidir si la inmersión lingüística es apropiada o no para tu formación o para la de tus hijos. Eres tú quien tiene la última palabra.