Pintar cuadros es una afición gratificante para quien la practica. Le hace sentirse orgulloso de su obra cuando la termina y durante el proceso le relaja, incrementa su concentración y desarrolla su vena artística.
Si vamos a iniciarnos en la pintura, es aconsejable no empezar por cuadros grandes ni por composiciones complejas. Pintar un paisaje despejado o una obra abstracta es una buena opción para empezar. A medida que vayamos practicando, aumentaremos la complejidad.
Otra cosa que debemos tener en cuenta es encontrar un lugar cómodo. Un sitio en el que nadie nos moleste, que nos permita concentrarnos el tiempo que estemos pintando. Algunos profesores de pintura destacan lo reconfortante que es pintar al aire libre, colocándonos frente al paisaje natural que pretendemos reflejar.
En la medida de lo posible, buscaremos un horario fijo y procuraremos ser constantes. Si nos vienen bien pintar de 6 a 8 de la tarde, por poner un ejemplo, intentaremos seguir siempre el mismo horario. Así creamos una rutina. Para pintar un cuadro, por afición, no es necesario correr mucho, pero sí es importante ser perseverante. Apreciaremos como va adquiriendo forma nuestra obra y perfeccionaremos la técnica.
Para pintar por hobby no es importante ni la edad ni la pericia, con que nos guste el dibujo y la pintura es suficiente. Lucía nos dice que siempre le ha gustado pintar, pero que por circunstancias de la vida y por falta de tiempo lo ha ido dejando. Ahora, que acaba de jubilarse, ha retomado su afición. Nos comenta que las horas que dedica todas las mañanas a pintar es uno de los momentos más reconfortantes del día.
Uno de los problemas al volver a pintar fue disponer del material adecuado. Como hacía tiempo que no pintaba, Lucía no tenía en casa casi nada. Ni el caballete, ni lienzos, ni pinceles, ni pintura. “Ahora, gracias a internet es muy cómodo” – nos comenta – “hay páginas especializadas que tienen todo lo que necesitas, y de muy buena calidad.” Lucía nos indica que efectuó su primer pedido en una página que le recomendó un amigo, Artespray y Le llegó todo a casa en un paquete y ya estaba en condiciones de retomar su antigua y querida afición.
Beneficios de pintar.
Hay psicólogos que recomiendan coger los pinceles para combatir el estrés y ansiedad. Algunos médicos hablan del bien que hace el ejercicio de la pintura creativa, en las personas mayores, para reducir el deterioro neuronal. Hoy nos centraremos en 6 beneficios, aptos para cualquier persona, que destaca la revista Hogarmanía. Los comentamos un poco:
- Mejora la capacidad creativa.
Al dibujar una escena y después pintarla haces que tu cerebro funcione continuamente. Lo haces en dos planos. Por un lado, el lógico: aumentando la concentración y la atención al detalle y, por otro lado, el creativo.
A medida que vas pintando te vas proponiendo nuevos proyectos, futuros cuadros que pintar. Sin darte cuenta, te irás planteando retos cada vez más complejos. Al terminarlos te sentirás satisfecho, lo cual es bueno para subir la autoestima y para progresar en tu aprendizaje.
- Mejoras tu comunicación.
El arte es una forma de comunicarte con el exterior. Al igual que al escribir poesía o expresar tus pensamientos en un diario, al pintar estás comunicando tu estado de ánimo, tus preocupaciones y tus emociones. No lo haces con palabras, puede ser que no lo realices conscientemente, pero se percibe en las pinceladas de tu cuadro.
En los cuadros de Van Gogh era evidente. Cuando el pintor holandés pintaba con pinceladas en espiral, como en el cuadro “La noche estrellada” dejaba entrever una mente desequilibrada que andaba buscando un centro, como lo hacen las pinceladas sobre el lienzo. Transmitiendo la angustia de esa búsqueda.
Sin embargo, en su famoso cuadro de “La Habitación” se aprecia una mayor serenidad y estabilidad. Es un cuadro que transmite alegría, tanto en los colores que emplea como en el trazo de las pinceladas. El cuadro fue hecho cuando el pintor esperaba la visita de su amigo Gauguin, que se quedaría a vivir y trabajar con él durante una temporada.
La pintura, como otras expresiones artísticas, tiene un efecto terapéutico. Canaliza tus energías, tanto positivas como negativas, en una dirección, sacas tus emociones al exterior, evitando que te vayan reconcomiendo por dentro y te permite aclarar las ideas.
- Reduce el estrés.
Es tal el nivel de absorción mental que requiere la pintura que hace que te olvides, por un momento, de tus preocupaciones cotidianas. Al pintar, tienes que poner los cinco sentidos en los que estás haciendo, lo que hace que alejes las ideas obsesivas de tu mente. Mientras pintas, la presión del tiempo desaparece. Estás concentrado en los detalles del cuadro. Tanto es así que por sí solo puedes dedicarle un tiempo acotado a la pintura, es mejor que te pongas la alarma del reloj o del móvil. El tiempo pasará sin darte cuenta.
- Capacidad de mejora.
En la pintura la calidad se perfecciona con la práctica. A medida que vayas pintando cogerás soltura y fluidez en el trabajo. Si eres constante, te darás cuenta de que avanzas rápido. Ciertos movimientos y técnicas los interiorizarás, practicándolos cuando los necesites, sin hacer ningún esfuerzo. Esto no va en detrimento de acudir a una academia para conocer nuevas técnicas y adquirir ciertos conocimientos (perspectiva, uso de los colores, empleo de la luz, etc.) Algo, que sin duda, repercutirá en tu proceso de aprendizaje, pero la manera de implementarlos es por medio de la práctica.
- Descubrirás técnicas y materiales.
Una vez te metas de lleno en la práctica artística, se despertará tu curiosidad por conocer y explorar nuevas técnicas y materiales. Las bellas artes son todo un mundo lleno de posibilidades. Bien lo hagas por medio de una academia, o investigando por tu cuenta, descubrirás otras formas de pintar, artistas que te inspiran y nuevos caminos que llaman tu atención y en los que te apetece incursionar.
- Diversión.
Desde luego, lo mejor de la pintura es que es divertida. Una manera de pasar agradablemente una jornada, haciendo lo que te gusta y disfrutando. Bien al aire libre, en contacto con la naturaleza, o dentro de tu pequeño estudio inmerso en tu mundo artístico. Una forma de ocio que te reporta paz interior y una fuerte satisfacción personal.
Tips para empezar a pintar.
El blog Soy Arte presenta un interesante artículo en el que aborda la iniciación a la pintura como un proceso de experimentación, en el que debemos dejar a un lado los prejuicios y la impaciencia. Estos son los consejos que da esta comunidad de pintores a aquellos que desean introducirse en esta disciplina:
- Empieza por el dibujo. Al igual que antes de empezar a correr hay que saber andar, antes de ponerse a pintar hay que saber dibujar. Los dibujos nos servirán de planteamiento previo antes de encarar el cuadro. Con ellos iremos trabajando la composición, el ángulo, la perspectiva. Dibujando, además, se adquiere la destreza en los movimientos, que después traspasaremos al lienzo.
Una parte importante de los pintores suelen bocetar en dibujo sus cuadros. Picasso, por ejemplo, era un estupendo dibujante. Antes de realizar el “Guernica” efectuó decenas de estudios y bocetos a lápiz, muchos de ellos expuestos en el Centro de Arte Reina Sofía, dando la perspectiva de que aquel cuadro fue fruto de un proceso minucioso de trabajo.
- Observa todo lo que hay a tu alrededor. Un pintor es un observador. Debes educar tus ojos y tu mente en calcular los volúmenes, la combinación de colores que se da en la realidad, la distancia entre los objetos, en descubrir y apreciar los detalles. Debes valorar cómo queda una imagen vista desde un ángulo y desde otro. Todo este aprendizaje visual se reflejará en tus dibujos y pinturas. Con ello vas educando el cerebro, ya que la cabeza de un pintor piensa en otros parámetros.
- Practica. Cuando llevas dos semanas observando a tu alrededor y haciendo dibujos, y estás ansioso por coger un lienzo, aún no es el momento. Digamos que has estado educando a tu cerebro en observar y que el cerebro crea visualmente a través del dibujo; sin embargo, existen ciertas variaciones técnicas con la pintura. Para dominarlas es mejor que practiques sobre una cartulina o sobre un cartón de embalaje. No estamos pintando aún, estamos investigando.
No vas a pintar una obra de arte sobre la cartulina, estás aprendiendo a utilizar los materiales y a combinar los colores.
- Elige y cuida el material. Algunos principiantes se preguntan: ¿Qué es mejor para empezar a pintar, la pintura al óleo o las acuarelas? Digamos que hay opiniones para todos los gustos. Mientras la acuarela, al menos para principiantes, es más económica y se diluye en agua, el óleo te da una imagen más precisa de cómo va a quedar la pintura, ya que los tonos no se diluyen con el secado. Lo que sí debes tener en cuenta es que el material para pintura es caro y no vale la pena desperdiciarlo.
Si te llama la atención la pintura, no lo pienses más. Búscate algo de tiempo y ponte a practicar.