A nadie le sorprenderá que digamos que, en España, nos encanta disfrazarnos. Es algo que va con nuestro estilo de vida, con esa alegría y felicidad que se desprende de nuestro carácter y con las ganas que tenemos de vivir la vida. Disfrazarse es sinónimo de diversión y ese es el motivo por el que muchas veces somos de los pueblos que más se disfrazan en todo el mundo, tanto cuando llega Carnaval como cuando lo hace Halloween. Y ojo, que estamos empezando a disfrazarnos en cualquier evento: cumpleaños, despedidas de soltero… ¡incluso bodas!
Pero en los párrafos que siguen no os vais a encontrar con la narración de experiencias ligadas a ninguno de esos eventos, sino que vamos a comentar lo que supone ese disfraz para un determinado grupo de la población, como lo es el de los niños. Para una persona de corta edad, disfrazarse es toda una experiencia, una experiencia inolvidable y que tiene una serie de beneficios para lo que se relaciona con su educación. Disfrazarse, de hecho, es una de las actividades que más cosas positivas tienen en la formación de las niñas y niños más pequeños. ¡Y encima les encanta!
Vamos a hablaros ahora de cuáles son ahora algunos de esos beneficios. Para ello, hemos recurrido a una información publicada en el blog Miniland Educational, que asegura lo que os vamos a comentar a continuación:
- Disfrazarse fomenta la creatividad de los y las peques y activa su imaginación.
- Hace que se formen en sus mentes mundos y situaciones imaginarias (o reales), que permiten que sea más fácil para ellos y ellas la expresión de habilidades ligadas al habla o a su contexto social.
- Se desarrolla algo tan vital como lo es la empatía.
- Los y las peques afrontan nuevos retos y eso les ayuda a desarrollarse como personas poco a poco.
- Gracias al disfraz, expresan sus sentimientos de un modo sencillo y ligado a los juegos que suelen desempeñar.
- Gracias a ese personaje que adquieren con el disfraz, aprenden a expresarse con suma libertad.
Hay festividades, como lo son Halloween, que son una verdadera necesidad para los más pequeños y pequeñas. Según una noticia publicada en el portal web La Información, Halloween es una fiesta que mueve millones en todo el mundo y no solo por los disfraces. Aunque es verdad que a todo el mundo le gusta y que suele celebrarse en grupos de edad muy diversos, para los niños tiene un componente muy especial y divertido que es imprescindible para que la fiesta goce de una popularidad tan grande como la que tiene en los momentos en los que nos encontramos.
Para los niños, disfrazarse es una auténtica experiencia y, aunque no lo saben, es una acción que les permite adquirir una serie de habilidades y beneficios que van a ser muy positivos de cara a su futuro. Que se haya extendido el conocimiento de ese tipo de cuestiones ha hecho que sean muchas las familias que animen a sus peques a disfrazarse. Así nos lo han transmitido desde La Casa de los Disfraces después de un Halloween que ha sido especialmente interesante desde el punto de vista de las ventas.
Es evidente que cultivar esta tendencia para que siga creciendo es algo que nos corresponde a todos y de lo cual la sociedad en su conjunto se va a beneficiar. Es cierto que sigue habiendo niños que, por los motivos que sean, no se disfrazan cuando llega el 31 de octubre, o cuando llega Carnaval. Que también ese tipo de niños tenga acceso a las ventajas que implica disfrazarse sería positivo. No pasa nada por hacer posible un día tan diferete y especial para ellos.
Un hábito compartido en todo el mundo
Ya hemos dicho que disfrazarse es algo que pega mucho con el carácter español, pero no es menos verdad que ponerse un determinado traje para disfrutar de un día de diversión es algo que trasciende a casi todas las culturas, países e idiomas. Los niños de casi todo el mundo se han podido disfrazar alguna vez y no cabe la menor duda de que eso les ha generado un impacto positivo que van a emplear para continuar formándose tanto personal como educativamente.
No nos cabe la menor duda de que todo lo que esté ligado a disfraces va a seguir teniendo un impacto muy positivo en la sociedad en la que nos encontramos. Es una buena noticia comprobar cómo la gente vive cada vez más fiestas como lo son Halloween y Carnaval, y cómo usan cualquier excusa para disfrazarse. Y es que esto no solo tiene beneficios para los más pequeños y pequeñas. Las personas mayores también tenemos mucho que agradecer a los disfraces, ¿no creéis?