La importancia del consumo de leche en la edad escolar

Desde el año 2000, a instancia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), se celebra en más de 25 países el último miércoles del mes de septiembre el Día mundial de la leche escolar, con el objetivo de sensibilizar a la población acerca de los programas de leche escolar, así como de los beneficios y la importancia nutritiva de la leche, sobre todo en niños y adolescentes.

Los estudios estadísticos realizados a nivel de la Unión Europea y de los estados miembros dan como resultado que el consumo de leche y productos lácteos muestran una tendencia decreciente generalizada en la edad escolar, mientras que aumenta el consumo de productos transformados, a menudo con un elevado contenido de sal, azucares y grasas, lo que puede llegar a acarrear un grave problema alimenticio en nuestra población, y en particular, en nuestros niños.

Los niños y adolescentes en edad escolar deben de tener una alimentación equilibrada, sana y variada, donde se debe incluir la totalidad de los alimentos que forman la pirámide nutricional o alimentaria con sus cantidades diarias recomendadas, y en la que en su nivel cuarto se incluyen como alimento de consumo diario, con dos o tres raciones, los lácteos. Y en este grupo de lácteos, aunque todos son interesantes, cabe destacar el consumo de quesos como el Cheddar, el semicurado, el Adiano, el Gouda o el de cabra por su alto contenido en proteínas y calcio.

Un estudio realizado en el año 1993 afirma que una ingesta adecuada de leche en la infancia y adolescencia a través de la leche y productos lácteos es un marcador decisivo para obtener la máxima masa ósea y prevenir la osteoporosis.

Como productos lácteos, además de la leche, se recomienda consumir yogur, requesón, cuajada, queso o kéfir. Otros productos lácteos, denominados preparados lácteos, y por tanto con un aconsejable consumo esporádico pueden ser los helados, mantequilla, flan, nata, leche condensada…

La leche es un alimento muy completo, un vaso de leche aporta los nutrientes fundamentales para contribuir a un correcto crecimiento y desarrollo del cuerpo humano. Entre los nutrientes que aporta se pueden citar los siguientes:

  • Proteínas. Necesarias para desarrollar y regenerar los músculos y tejidos del organismo. La leche aporta proteínas de excelente calidad y alto valor biológico.
  • Necesario para la formación de huesos y dientes, en permanente crecimiento y recambio, siendo la leche el mejor aporte de calcio para nuestros huesos y dientes.
  • Aporta vitaminas para reforzar las defensas, entre las que se encuentran las del grupo A (fundamental en las fases de crecimiento y desarrollo, además de beneficiosa para la inmunidad y la salud ocular), B (ligada al crecimiento y la fijación de minerales), D (ayuda al organismo a absorber el calcio), E (mantiene el sistema inmunitario fuerte frente a virus y bacterias. Ayuda a formar los glóbulos rojos y ensancha los vasos sanguíneos) y K (ayuda al organismo a formar huesos y tejidos saludables, además de formar coágulos para detener las hemorragias)
  • Además del calcio, es rica en potasio, magnesio, fósforo, zinc, sodio, selenio y cromo.
  • Ácidos grasos Omega-3. Beneficioso para la salud cardiovascular y disminuir la tensión arterial.
  • Beneficiosa para personas con problemas digestivos.

Otros beneficios que nos aporta el consumo de productos lácteos son:

Prevención y tratamiento de diversas patologías metabólicas como osteoporosis, obesidad, hipertensión arterial, diabetes, dislipemias, síndrome metabólico, así como algunas formas de canceres como el de colon y el de mama. Además, son buenos para el desenvolvimiento de la memoria y necesarios para el desarrollo cognitivo y un mejor aprendizaje en los niños. Previene la caries dental, ayudan a mejorar el funcionamiento del sistema digestivo y nos protegen de las infecciones.

Por todo este extraordinario valor nutricional la leche es un alimento único y una forma fácil, cómoda y saludable de alcanzar los requerimientos diarios de nutrientes.

Cómo hacer que los niños coman más (y mejor)

A la hora de la comida y sentar a los niños a comer es importante establecer unas pautas que todos deben aprender a respetar como, por ejemplo:

– Establecer un horario, para evitar que se coma entre horas.

– No obligar a comer toda la comida que hay en el plato, cuando el niño esté satisfecho no se le debe forzar a terminarlo todo.

– No premiar al niño con otra comida. Por ejemplo, no se debe premiar al niño con el postre por haber terminado toda la comida.

– Limitar el consumo de bebidas azucaradas o gaseosas, priorizando el consumo de zumos, agua, infusiones o leche.

– Evitar o retrasar lo máximo posible la ingesta de caramelos, chicles y demás chucherías.

– Evitar el consumo de productos de bollería industrial, por su alto contenido en grasas.

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