La popularidad que ha alcanzado la ortodoncia invisible ha llevado a multitud de adultos de entre 30 y 60 años a contratar tratamientos de ortodoncia. Con ello pretenden corregir problemas de desalineación dental que, en ocasiones, perduran durante años. Sin embargo, ni la dentadura de los adultos es la misma que la de los adolescentes, ni se aplican los tratamientos de la misma manera.
Pilar, de Zaragoza, financió el tratamiento de ortodoncia a su hija, que también se llama Pilar, cuando esta cumplió 12 años. A Pilar hija, le salieron los incisivos de arriba desplazados para delante. Cuando era pequeña, el diente nuevo se montó sobre el diente de leche y emergió desviado, debido a que no tenía espacio para salir.
Por lo visto, le dijo el dentista, aquella anomalía había producido descuadres en el conjunto de la dentadura. Tras llevar un aparato de brackets autoligables durante casi año y medio, en los últimos meses, el ortodoncista recurrió a una férula de ortodoncia invisible para culminar el tratamiento.
La madre, maravillada por aquel artilugio, que apenas se veía, acudió a la clínica dental para solicitar un tratamiento análogo. Con ello pretendía corregir el excesivo espacio interdental que tenía entre algunos dientes.
Tras gastarse una considerable suma de dinero, el tratamiento de ortodoncia no resolvió el problema. Más tarde descubrió que ciertos tratamientos de estética dental podían resolver sus imperfecciones. Y que, visto en perspectiva, resultarían más económicos que el tratamiento que se había aplicado. Así me lo contó Pilar hija, un día que hablé con ella.
Algunos expertos indican que los tratamientos de ortodoncia no son infalibles y que el tratamiento que puede ser útil para una persona puede que no sea eficaz para otra. Sobre todo si tienen distintos problemas por resolver o su estructura maxilofacial es distinta, como sucede entre los adultos, los niños y los adolescentes.
Diferencia entre la ortodoncia para adultos y para adolescentes.
El odontólogo Doctor Alejandro Posada Gaviria señala a la revista Top Doctors que la ortodoncia que se aplica a los adolescentes es muy diferente a la que se utiliza en adultos.
Aunque a los 12 años de edad una persona ha completado el relevo dental, ya tiene en la boca la dentadura definitiva, su dentadura aún está en evolución, se está formando. Por lo que el especialista tiene más margen de maniobra para modificarla.
Los arcos dentales que se utilizan en los tratamientos de brackets son más ligeros y pequeños en el caso de los adolescentes, y logran colocar el diente en la posición deseada en un menor tiempo.
El hueso alveolar es más flexible en los jóvenes, por lo que alinear la dentadura es más sencillo, aunque se tengan que mover varias piezas dentales al mismo tiempo.
En el caso de los adultos no es que no se pueda aplicar con éxito un tratamiento de ortodoncia, sino que un proceso de colocación dental, que en un adolescente puede durar entre 12 y 18 meses, en un adulto de más de 40 años, se puede prorrogar por encima de los dos años.
La ortodoncia es más que un problema estético.
Con frecuencia recurrimos a la ortodoncia para corregir el aspecto de nuestra dentadura. Vemos dientes desalineados, mal colocados o con un pronunciado espacio interdental y pretendemos corregirlo con un tratamiento de ortodoncia.
Como nos dicen los ortodoncistas de Palma Médico-dental, una red de clínicas dentales repartidas entre la provincia de Jaén y Madrid, con más de 30 años de experiencia en la salud dental, los problemas de mordida y desalineación dental son catalizadores de patologías dentales que se pueden volver más o menos graves.
Algunas personas le restan importancia a los problemas de ortodoncia. No interfieren en el habla ni en la masticación de los alimentos. Sin embargo, al estar los dientes girados, mal colocados o se produce una mala oclusión entre las dos arcadas, esto facilita que se desarrollen caries difíciles de tratar. Ubicadas en espacios de difícil acceso.
Estas anomalías en la configuración de la dentadura facilitan la concentración de sarro y la penetración de la placa bacteriana dentro de la encía, produciendo enfermedades periodontales graves como la periodontitis, que suele producir la caída de piezas dentales.
El sarro y la periodontitis están relacionados. El sarro es una costra formada por la placa bacteriana y restos de alimentos, que protegen la penetración de las bacterias dentro de los tejidos blandos. El sarro no se puede eliminar con el cepillado habitual. Hay que recurrir a una profilaxis o a una limpieza profesional.
Por otro lado, para tratar la periodontitis avanzada es necesario abrir la encía y limpiar la zona afectada.
Un tratamiento de ortodoncia puede prevenir en algunos casos estas situaciones tan incómodas.
Una ortodoncia corresponsable.
Aunque hemos visto como el tratamiento de Invisalign se ha popularizado con la imagen de chicas y chicos jóvenes sonriendo con la férula puesta en anuncios de televisión, la mayoría de los especialistas opinan que es un tratamiento más indicado para adultos.
La razón está en que la ortodoncia invisible requiere un compromiso activo por parte del paciente. El usuario, cada vez que coma o beba, debe quitarse la férula correctora, guardarla en su caja y cepillarse los dientes antes de volver a ponérsela. Así mismo, deberá enjuagar el corrector removible con agua tibia antes de volver a utilizarlo.
Hay que procurar por todos los medios que el corrector entre en contacto lo menos posible con la placa bacteriana, puesto que de lo contario, la férula puede potenciar la concentración de bacterias, facilitando el desarrollo de caries y de enfermedades periodontales.
La férula de ortodoncia invisible nunca se debe limpiar con pasta dentífrica, ni cepillar con cepillos duros. Para su limpieza se pueden usar jabones neutros especiales. Una vez a la semana hay que sumergirla dentro de un vaso de agua tibia, con pastillas efervescentes especiales para su limpieza.
Para que el tratamiento de ortodoncia invisible sea efectivo se recomienda que el paciente lleve puesta la férula unas 22 horas diarias.
Todo un nivel de compromiso por parte del paciente que no lo hace indicado para adolescentes y chicos jóvenes.
La ortodoncia más usada por adultos.
Sin duda, la ortodoncia invisible es la más demanda por adultos. Este avance tecnológico, que permite corregir la posición de los dientes sin tener que utilizar los incómodos y antiestéticos aparatos de brackets, ha motivado a las personas de mediana edad a recurrir a la ortodoncia.
La ortodoncia siempre se ha asociado con chicas y chicos jóvenes. Los aparatos de brackets nunca han gozado de gran aceptación popular. Siempre se han visto como un mal necesario. Un tratamiento incómodo que había que utilizar por un tiempo para después lucir una dentadura más sana y bonita.
Esta concepción ha cambiado con la ortodoncia invisible. Ese aspecto traslúcido, discreto, casi imperceptible a la vista, resulta tentador para muchos.
Y es que los adultos identificamos la ortodoncia con la estética dental. Buscamos con estos tratamientos cumplir con estándares sociales. Otro de los condicionantes que llevan a los adultos a recurrir a un tratamiento de ortodoncia o a otro es el coste del mismo. Todo depende del dinero que queramos invertir en nuestra imagen. Pero la ortodoncia no es solo imagen, es salud.
Si bien, la ortodoncia invisible es la más demanda por los adultos, la revista Top Doctors opina que a veces no es la más adecuada. Este tipo de ortodoncia no es útil para tratar maloclusiones como la mordida cruzada y su eficacia se ve limitada cuando tenemos que desplazar un número considerable de piezas dentales.
Para algunos casos de ortodoncia en adultos, los brackets autoligables o los brackets linguales pueden ser más efectivos. La clave en cada caso es hacer un análisis personalizado y dejarse orientar por el especialista.
No todo se arregla con la ortodoncia.
Hay determinadas imperfecciones dentarias que los adultos pretendemos corregir con una ortodoncia y para las cuales son más adecuadas otros tratamientos.
Es, por ejemplo, los diastemas. Una apertura pronunciada entre los incisivos de la arcada superior, las paletas. Es ese hueco feo que se ve entre los dientes.
Tal vez, la mejor solución para corregir un diastema sea la colocación de carillas de porcelana. Unas finas láminas que se pegan al diente original, conservando el mismo tono y color, y dando una apariencia natural.
Las carillas nos permiten armonizar la dentadura en su conjunto, ocultar marchas en los dientes y corregir piezas dentales de tamaño y forma anómalas.
En los nuevos tratamientos de estética dental, como el diseño de sonrisa, la ortodoncia no es más que un paso de un tratamiento combinado en el que se van a realizar diferentes acciones para conseguir el resultado deseado.
El diseño de sonrisa por ordenador permite al odontólogo ofrecer una imagen al paciente sobre cómo quedará su dentadura después de realizar una serie de tratamientos. Tratamientos en los que se pueden combinar la ortodoncia invisible, con el blanqueamiento dental, la colocación de carillas o el moldeado de dientes.
Lo importante es entender que cada caso requiere un planteamiento específico.