Las plagas, un peligro potencial para nuestra casa… y para nuestra vida

Convendría saber a todo el mundo que no solamente con la compra de una buena casa tenemos asegurada la felicidad y la comodidad. Después de adquirirla, debemos hacer todo lo posible por mantener aspectos como la higiene, tan sumamente necesarios para conseguir que nuestra estancia en la misma responda a las expectativas que nosotros y nosotras mismas hemos generado. Hay que cuidar cada detalle en el hogar y resulta evidente que, si no realizamos una serie de labores orientadas al mantenimiento y la limpieza, no tendremos opciones de cumplir con esas expectativas.

Una de las grandes problemáticas que tiene no realizar esas labores de limpieza o mantenimiento tiene que ver con la aparición de plagas. Se trata, sin duda, de algo que nos impide realizar la vida normal que esperamos hacer en nuestro domicilio. Imaginaos a varias cucarachas pululando por nuestro comedor, o a un montón de moscas saliendo de nuestro cubo de la basura para instalarse en cualquier lado dentro de casa. Está claro que esa no es la vida que queremos y que debemos hacer todo lo posible por evitar que eso forme parte de nuestro día a día. Prevenir la aparición de esas plagas es indispensable.

En una noticia publicada en la página web del diario 20 Minutos se informaba de cuáles eran las plagas más comunes en el interior de las casas españolas. Las hormigas, las cucarachas, las polillas o los ratones son las que se especifican y tampoco hay que olvidarse, aunque tampoco se cita de manera literal, las de las moscas. Como estáis viendo, hay algunas que son más asquerosas que otras y que pueden impulsarnos a intervenir con mayor rapidez. Sin embargo, lo que debemos tener claro es el hecho de que todas las plagas son negativas para nuestra vida en el hogar.

A continuación, vamos a compartir un dato realmente aterrador con vosotros y vosotras. Lo ofreció una información de El País en el año 2002 y, aunque es cierto que ya han pasado dos décadas de aquello, no deja de ser espeluznante. El dato era el siguiente: el 60% de las casas del casco de Cádiz tenía humedades o plagas, dos de las peores noticias que puede recibir un edificio. Las personas que viven bajo la sombra de esos problemas no pueden asegurar vivir con todas las comodidades ni en las mejores condiciones. De hecho, su seguridad bajo esas condiciones está en entredicho.

Lo peor que puede suceder en el seno del hogar es que aparezcan plagas de insectos. Y debemos saber que lo importante no es procurar acabar con ellas, sino prevenir su aparición. Por suerte, hoy en día la población es mucho más consciente de esto que en otros momentos de la Historia. El número de solicitudes y llamadas que reciben en Control Plag, expertos en control de plagas con más de 25 años de experiencia, es una de las cosas que mejor lo demuestra y que pone de manifiesto que las viviendas españolas hoy en día están mucho más libres de sufrir alguna asquerosa experiencia como de la que hemos hablado.

Ojo con las segundas propiedades

Son muchas las familias que disponen de segundas viviendas en nuestro país y que suelen visitarlas durante algunos fines de semana o durante algún momento concreto del año, generalmente en vacaciones. Aunque ese es un síntoma de tener una gran salud a nivel económico, no cabe duda de que entraña riesgos como el padecer plagas. Es indudable que, cuanto más tiempo pasa un lugar sin estar habitado, más probable es que haya plagas. Por eso debemos tener meridianamente claro que, si tenemos una segunda propiedad, hay que cuidarla tanto o más que nuestra primera vivienda.

Además, y teniendo en cuenta que muchas de las segundas viviendas se encuentran en lugares cercanos a la costa o en la montaña (o lugares campestres), hay que cuidar todavía más de este tipo de edificaciones. No resultaría para nada adecuado asumir una segunda hipoteca para que tengamos que hacer frente de manera continuada a problemas como de los que estamos hablando. Ojalá que nadie tenga que pasar por eso puesto que sabemos por múltiples experiencias que nos han revelado que no es especialmente agradable conocer el padecimiento de estas situaciones. Imaginaos llegar a nuestra segunda residencia durante las vacaciones y encontrarnos con algo como lo que estamos describiendo. Ah, ¡no nos lo queremos ni imaginar!

Mantener a raya a las posibles plagas que se generen en entornos que son de nuestra propiedad es necesario. Y, si nos permitís un último consejo, preocupaos igual si identificáis la plaga en vuestro patio o jardín. Seguramente, eso tenga un efecto sobre el edificio en el que residimos. No hay cosa más incómoda que tener que vivir presa de las plagas de insectos. Por desgracia, son muchas las personas que nos lo pueden corroborar.

 

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