Este verano puedes preparar la receta del ajoblanco, ya que es muy fácil de elaborar. Esta sopa fría malagueña tiene un ingrediente principal, las almendras. Es cremosa, refrescante y aporta vitaminas.
Las almendras son altas en calorías, pero ofrecen muchos beneficios, ya que son las aliadas perfectas para aumentar masa muscular y mantenernos saciados.
Es un alimento muy nutritivo y repleto de antioxidantes. También contienen hierro, calcio, zinc potasio, fósforo, magnesio y vitaminas A, E, B 1 y B-2.
Podemos tomar unas 10 almendras todos los días, pero deberíamos elegirlas crudas o tostadas. Estos frutos secos nos aportan una gran cantidad de vitamina E, que es un potente antioxidante. Además, ayudan a regular el peso y protegen la salud de tu corazón.
El ajoblanco está formado por estos ingredientes: pan, almendras, ajo, agua, aceite de oliva virgen extra, sal y vinagre. Puedes decorar esta sopa con uvas o melón.
Debes saber que las uvas no son demasiado calóricas, ya que 100 gramos aportan 70 calorías. Contienen 40% de fibra, 16% de aceite, 11% de proteínas y 7% de fenoles.
Diferentes estudios han comprobado que las pepitas de uva tiene numerosos beneficios para la salud que incluyen funciones antidiabéticas, anticolesterol y antiplaquetarias.
Reducen la presión arterial gracias a su contenido en potasio, esta fruta es idónea para las personas con hipertensión.
Las uvas actúan como desintoxicantes del hígado, mejorando problemas hepáticos. Es muy recomendable comer uvas en el embarazo, porque aportan nutrientes y son idóneas para satisfacer los antojos de dulce.
Gracias a su contenido en fibra, tienen propiedades laxantes. Aunque la mayor parte de la fibra se encuentra, sobre todo, en la piel de la uva.
Desde sus viñedos los profesionales de Plantvid, explican que su alto contenido en polifenoles puede reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.
También puedes añadir melón a esta sopa fría, ya que lo puedes encontrar durante todo el año, pero su temporada óptima de consumo va de julio a septiembre.
El melón es muy rico en ácido fólico, betacarotenos y fibra. Es aconsejable en las dietas de adelgazamiento, porque es un alimento de baja densidad calórica, es decir, 27 calorías por cada 100 gramos.
Además, es fuente de vitamina C, por lo que protege a las células frente al daño oxidativo. Las personas con hipertensión pueden comer melón, ya que tiene un contenido muy bajo en sodio.
«Existen cientos de variedades de melón, que se reconocen según su forma, color, sabor, lugar de origen y mejoras genéticas. Las más conocidas y consumidas en España son el cantalupo, el charentais, el amarillo, el español, el galia, el serpiente, el honey dew y el branco, según el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente», informan desde La Vanguardia.
Ya sabes que este plato es muy energético y saludable gracias a las almendras, a las uvas y al aceite de oliva virgen extra. Este último
aumenta el colesterol bueno, porque ayuda a eliminar la grasa.
Gracias a su composición en ácidos grasos y por sus componentes antioxidantes, disminuye el colesterol malo, ayuda a controlar la hipertensión arterial, reduce la aparición de trombos, previene la aparición de diabetes, etc.
Se recomienda unas cuatro cucharadas soperas al día. Es mejor tomarlo en crudo porque presenta todas sus propiedades beneficiosas.
El AOVE beneficia la absorción de calcio y previene la osteoporosis en las personas mayores. Varios estudios han comprobado que llevar una dieta mediterránea con aceite de oliva virgen extra puede reducir en dos tercios el riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Los expertos aconsejan cocinar con este ‘oro líquido’, ya que con una cantidad pequeña de aceite de oliva se cocina rápidamente un alimento permitiendo que mantenga todo su sabor.
En verano puedes aprovechar el aceite de oliva virgen extra para preparar esta sopa fría, una ensalada refrescante o un gazpacho. En este artículo te explicamos la receta del ajoblanco. ¡Toma nota!
Ingredientes
200 gramos de almendra cruda
2 dientes de ajo
200 gramos de miga de pan de hogaza duro
1 litro de agua fresca
100 mililitros de aceite de oliva virgen extra
30 mililitros de vinagre de Jerez
Una pizca de sal (al gusto)
Preparación
1. Ponemos en un vaso de batidora o vaso americano, la almendras peladas. Las batimos con los dos dientes de ajo y el agua fría.
2. Añadimos la miga de pan, el aceite de oliva virgen extra y el vinagre de vino, batimos hasta que esté todo bien integrado.
3. Si es necesario añadimos más agua, pero no debe quedar excesivamente líquido.
4. Dejamos reposar el ajoblanco por lo menos tres o cuatro horas en la nevera antes de servirlo.
5. Servimos en un plato acompañado de uva moscatel.