Profilaxis dental

La profilaxis en odontología, al igual que en otros campos de la medicina, viene a decir prevención. Cuando un profesional de la rama hace referencia a la profilaxis dental suele hacer alusión a la limpieza dental, aunque, realmente, las medidas profilácticas, suelen abarcar algo más que el tratamiento odontológico que implica la limpieza dental profesional. Sin embargo, en este artículo vamos a tratar la profilaxis dental que se deriva de la limpieza dental en exclusiva.

Este tratamiento que, en la mayoría de clínicas dentales se ofrece de forma gratuita tras la realización de un tratamiento previo, se realiza por personal cualificado como el que podemos encontrar en ZM Centro Odontológico. No obstante, aunque se trata de un procedimiento más que habitual en las consultas del dentista y al que todos hemos accedido en alguna ocasión, es comprensible que nos surjan dudas al respecto y no sepamos muy bien en que consiste. Sobre todo, cuando el profesional se dirige al mismo como profilaxis dental. Hay que tener claro que cuando se habla de un tratamiento de profilaxis dental y de una limpieza dental, se hace alusión a lo mismo.

Aunque como decíamos con anterioridad, la profilaxis es un término que abarca todos los tipos de medidas centrados en la prevención de patologías o problemas posteriores. Medidas profilácticas, pueden ser por igual la higiene dental diaria, las visitas al odontólogo o evitar tener malos hábitos. Esto es así, porque todas estas acciones, ayudan a prevenir la aparición de enfermedades o evitar su evolución por una detección temprana.

Teniendo esto claro, debemos saber que, cuando el odontólogo nos habla de realizar un tratamiento de limpieza dental o profilaxis dental o periodontal, el objetivo primordial es la prevención de la aparición de la enfermedad periodontal, entre otras, en las personas adultas. Para que esto sea posible, lo primero que se debe hacer, es eliminar todo signo de placa dental que se acumula alrededor de cada una de las piezas dentales que componen la arcada.

Como ya sabemos, la placa dental es una materia blanco amarillenta, de consistencia blanda que se va formando debido a la acumulación de los restos de alimentos, los mismos componentes que forman la saliva, bacterias y células muertas que proceden de la misma cavidad oral. Si, producida esta acumulación, se depositan sales cálcicas, igualmente procedentes de la saliva y mineralizan la placa, esta pasará a convertirse en sarro.

Una vez que el sarro se ha formado, la única manera eficaz de eliminarlo, es recurrir a una limpieza dental profesional o detartraje y así, evitar que las bacterias que componen la placa y el sarro, desarrollen otras patologías como la periodontitis.  Llegados a este punto, el hueso que soporta los dientes, el ligamento periodontal y las encías, se encontrarían afectados, provocando sangrado, mal aliento, movilidad dental y, en casos extremos, pérdida de dientes.

Limpieza en profundidad

El abordaje de una limpieza dental profesional no se hace a la ligera aunque pueda parecer que sí. Antes de proceder, el odontólogo debe hacer una exploración previa de la cavidad oral. Durante la exploración debe comprobarse que no existe ninguna patología previa como la citada enfermedad periodontal ya desarrollada y descontrolada, o la presencia de caries, por citar unos ejemplos.

Una vez que el dentista se ha cerciorado de que no existe ningún problema subyacente y la boca se encuentra en buen estado, procederá a realizar la limpieza. En el caso contrario, lo más habitual es que el propio dentista prescriba otros tratamientos previos antes de realizar la limpieza.

Para realizar la limpieza dental, pueden utilizarse diversos métodos, como los ultrasonidos o el Airflow. Como en la actualidad lo más común es hacer limpieza por ultrasonidos, hablaremos de este procedimiento en particular.

Los ultrasonidos, emiten unas vibraciones que son capaces de hacer que se desprenda el sarro de la superficie de los dientes. Es posible utilizar curetas que posibilitan el acceso y eliminación del sarro adherido por encima y por debajo de la encía. Si es necesario, también pueden utilizarse instrumentos para pulir la superficie de los dientes y eliminar las posibles rugosidades que tenga, pues de lo contrario, las mismas rugosidades, podrían facilitar la adherencia de la placa nuevamente.

En el caso de que existan manchas superficiales en el esmalte, como las que produce el tabaquismo, la ingesta de café, té o el consumo de ciertos alimentos, pueden eliminarse con ayuda de unos cepillos especiales para tal fin o pasando un chorro de agua a presión mezclada con un bicarbonato específico para este uso.

Durante el tratamiento, es importante limpiar de forma correcta los puntos de contacto entre los mismos dientes. Para hacer esto, suelen utilizarse las llamadas tiras de pulido o tiras interproximales que se pasan entre las piezas dentales, de forma similar a cuando se utiliza hilo dental.

En función del estado de la dentadura del paciente, el proceso completo de la limpieza dental suele conllevar entre media hora y tres cuartos. Para pacientes que muestren mucha hipersensibilidad dental o en los que la acumulación de sarro es grande, es posible recurrir a la anestesia local para realizar la limpieza.

Cabe destacar que, en los casos en los que la encía se encuentre muy inflamada debido a la presencia de enfermedad periodontal, es posible que al desaparecer la inflamación, la encía se retraiga, afectando a la estética.

Una vez se ha realizado la profilaxis dental o limpieza profesional, lo mejor es mantener una buena higiene dental que haga posible la prevención del sarro y la acumulación de la placa. Lo recomendable como ya sabemos todos, es cepillarse los dientes al menos dos veces al día, utilizar el hilo dental o los cepillos interdentales y, de ser necesario irrigadores.

Algunas cosas a tener en cuenta

A los que todavía no han tenido la necesidad de practicarse una limpieza dental, pero tienen que hacerlo en un futuro inmediato o no tan inmediato, pues al final todos nos la hacemos en algún momento, deben saber que no es un procedimiento doloroso. La finalidad de la limpieza dental es eliminar los restos de la placa, el sarro o las manchas de la superficie dental, por lo que pueden notarse es la vibración que provocan los aparatos de ultrasonidos en la superficie dental. En los casos en los que exista sensibilidad dental, sobre todo ante las cosas frías, el agua que se utiliza para la refrigeración de la punta del aparato de ultrasonidos, puede general alguna molestia mínima. No obstante, para evitar estas molestias por mínimas y leves que sean, es posible que el odontólogo aplique anestesia local en la zona, por lo que no se tiene porque notar molestia y, mucho menos, sentir dolor.

Lo que es normal tras una limpieza dental, sobre todo cuando el paciente tenia mucho sarro acumulado, es notar que los dientes y encías, están más sensibles, sobre todo ante las cosas frías. Esto suele durar unos días y desaparecerá por si solo.

Otra cuestión que la gente se plantea de forma habitual, es si la limpieza dental hace daño a los dientes. Evidentemente, no. Se trata de limpiarlos para que estén en perfectas condiciones, no de dañarlos. Si es cierto que, como decíamos, los dientes puedan presentar mayor sensibilidad ante las cosas furas, pero eso no quiere decir para nada que se hayan estropeado o que se les haya rayado el esmalte. Si se diera esta circunstancia, sería debido a que la limpieza no ha sido realizada de la manera correcta ni a manos de un profesional cualificado para ello.

Sobre el tiempo que debe transcurrir para hacerse una limpieza dental profesional, la respuesta no puede darse de manera exacta y precisa. La periodicidad o necesidad de realizar limpiezas dentales, varía mucho en función de cada caso en concreto. Algunas personas ni siquiera necesitan hacerse tratamientos de profilaxis dental, pues llevan una excelente higiene bucal diaria. Otras, por el contrario, pueden necesitar hacerse una cada pocos meses, ya sea porque padecen algún tipo de afección bucal o problemas de movilidad que les impide llevar a cabo una correcta higiene, o psicológicos que también les impide ser constantes con la higiene bucal.

En cualquier caso, para tener una respuesta clara y precisa sobre la necesidad real de hacerse una limpieza bucal profesional, lo mejor es consultar con un profesional cualificado o tu odontólogo de confianza. Tras estudiar la situación y el caso en particular, sabrá determinar con certeza la necesidad de llevar a cabo los tratamientos preventivos necesarios.

La limpieza dental, es sin duda uno de los tratamientos de base en cualquier clínica odontológica. La profilaxis de este tratamiento, puede evitar que surjan problemas graves o se padezcan patologías como las mencionadas con anterioridad. A veces se nos olvida que llevar a cabo una buena higiene bucal es fundamental para no tener la necesidad de acudir al dentista a que nos realice tratamientos como la limpieza dental que, sin embargo, es una de las medidas menos invasivas y molestas que podemos llevar a cabo para mantener la salud de nuestros dientes y encías. Sin duda, hacerse una buena limpieza profesional de vez en cuando, siempre que el profesional lo determine, es conveniente y ayuda a evitar las caries y prevenir otra serie de afecciones.

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